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España España · Sevilla
Voto de Dirover:
2
Terror. Thriller Precuela de la saga "La matanza de Texas", centrada en los años de adolescencia de Leatherface, su protagonista. El joven Leatherface escapa de un hospital psiquiátrico con otros tres reclusos y secuestra a una enfermera a la que llevará a un viaje por carretera de pesadilla mientras un policía trastornado le persigue.
18 de febrero de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las sintomatologías más incómodas del cine de terror es la imparable secuelitis de la que adolece el género, o lo que es peor en este S. XXI... La precuelitis. Las sagas de 'El exorcista' o 'El silencio de los corderos' ya sufrieron años atrás precueas que no aportan absolutamente nada a la historia original, y en que en lugar de aportar un enfoque original y creíble sobre la gestación de la historia que todos conocemos, únicamente sirven para desvirtuar la calidad general de la saga (por lo increíble de los acontecimientos y de los personajes, y lo poco o nada que tratan de asemejarse a las señas de identidad de su predecesora). En este caso, contar el nacimiento del inquietante Leatherface que surgió de la mente de Tobe Hooper a mediados de los 70 resultaba una empresa atractiva cuanto menos, y si bien el punto de partida genera interés y la propuesta no parece que cayera en malas manos (Bustillo y Maury contaban con unos cuantos clásicos de la 'new French extremity' bastante resultones para los amantes del género, y al lado de los susodichos que dirigieron el resto de secuelas de la saga son como Coppola y Orson Welles), el proyecto ha sido un rotundo desastre.

Desastre porque en pocas ocasiones se ha visto un cast peor elegido, o más irrespetuoso e infiel con la imagen que asociamos del protagonista gracias a las anteriores entregas de la saga. ¿O es que acaso alguien puede imaginarse al monstruoso 'Cara de cuero' en la piel del acicalado y fino Sam Strike? Hablamos de un tipo que presumiblemente mide 1,90 y pesa 150 kilos, y aquí lo interpreta un pipiolo que parece haberse escapado del instituto de 'Élite'. De hecho, durante gran parte de la peli pensé que nuestro amado Leatherface era su colega, básicamente porque ese sí que es el vivo retrato del personaje. No sé en qué pensarían los productores, pero estoy seguro de que pocos fans de la saga han quedado satisfechos. Ah, el resto del reparto pues pasaba por allí supongo. Stephen Dorff y Lili Taylor abren las manos para recibir sus billetes (menuda carrera descafeinada las de estas dos promesas) y dan vida a dos estereotipos andantes, sin el menor interés por nuestra parte, a pesar de que a Dorff tratan de convertirle en un poli malote.

Considerando en que el mayor atractivo de la peli debería ser ahondar psicológicamente un poco en 'Cara de cuero' y sus motivaciones para convertirse en el monstruo que recordamos (no exijo un psicoanálisis profundo y detallado, sé que clase de cine es este), y que en la primera parte la peli parece que lo intenta, el resultado es nefasto ya que vuelven a pasarse por el pito del sereno la depravada psique que el personaje ha exhibido desde hace casi 50 años. Un ¿psicópata? que aquí parece un chaval completamente normal y que en ningún momento permite atisbar señas de maldad ni inclinación por la violencia, y que hasta producirse el momento de su "transformación" de verdad dudaba si estaba ante el mismo personaje. Para colmo cuando esta se produce, la decepción nos invade, y no porque no sea sorprendente, sino porque es exagerada a decir basta y carente de sentido con lo visto hasta ahora (parece como si hubieran reescrito de la nada al personaje).

Los amantes del género encontrarán sus dosis de casquería en altas cuotas, demostrando que a esta parejita de encantadores franceses les han dejado hacer lo que les de la gana en Hollywood y no limitando su "creatividad". Momentos escabrosos que a veces ni siquiera encajan o sobran en la narración (el momento necrofilia, o el plano de los cadáveres de los animales con gusanos son tan impostados que incomodan), defecto que ya adolecieron en obras anteriores y que aquí siguen sin pulir. Por lo demás, la fotografía y la estética MTV que poco o nada se asemeja a la de la saga, y algunas escenas tan oscuras o con situaciones tan pésimamente rematadas que a veces cuesta entender que sucede, flaco favor le hacen a una precuela que nació tan muerta como el estado de forma de la saga. Déjenla descansar ya en paz, por favor.

LO MEJOR: La tortura dura solo 80 minutos.

LO PEOR: Que el protagonista no es el verdadero Leatherface. La iluminación y la realización del 80% del metraje.
Dirover
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