-Desde que era muy pequeñito, '101 dálmatas' siempre fue mi película favorita hasta que me aficioné de verdad al cine de actores de verdad. Siempre me impresionó la apasioanante y divertida aventura que viven Pongo y Perdita para salvar a sus cachorros robados; el terror que infunde la villana Cruella de Vil, que ya ha pasado a la historia del cine y la gran capacidad que tiene para autoparodiarse a sí misma, sin caer demasiado en el ridículo y conservando aún su horrendo aspecto y su carácter temible y feroz; ese suspense contenido durante todo el filme, digno del mejor thriller de Hitchcock; esa vibrante y magnífica escena de acción final, que hace que te retuerzas en tu sofá, esperando el ansiado desenlace; ese precioso final; esas divertidas canciones de Roger sobre Cruella que aún me siguen despertando carcajadas; ese retrato londinense, magníficamente representado... y podría estar diciendo cosas maravillosas del filme hasta que me cansara. '101 dálmatas' es una obra maestra absoluta, magnífico ejemplo de cuando el tío Walt hacía las cosas bien y no se perdía con historietas romántico-pastelosas y musicales, lentas y aburridas. Toda una muestra de como saber hacer una excelente y perfecta película de animación, para todos los públicos. Lástima que y hoy en día Disney ya nos volverá a deleitar jamás con películas con tanto alma, tanto corazón como la que nos ocupa.
Me siento en deuda con esta película ya que fue la primera que me hizo amar el cine y descubrir esta fábrica de sueños de la que '101 dálmatas' es el mejor exponente. Para todos los demás, que hemos soñado alguna vez, hemos sido felices aunque solo fuera por momentos y hemos aprendido el sentido de la vida, siempre nos quedará '101 dálmatas'.