La última noche es, sencillamente, magistral, cautivadora, emotiva, intrigante...Faltarían adjetivos para calificar a semejante obra maestra. Spike Lee consigue, gracias a la sobrecogedora interpretación de Norton, que esta película se encuentre entre las más valoradas por la crítica y público durante su carrera. La empatía que el espectador vive durante el film es asombrosa, recreándose en el personaje y en su circunstancia.
Quizá Lee peca de ciertos altibajos de guión, pero Norton endereza con su interpretación cualquier desfaz del papel. Por último, mencionar que el final es, como debería ocurrir en toda obra, lo mejor. En este caso, el desenlace es absolutamente sublime. Todas las reacciones emocionales acumuladas durante la película, estallan en miles de sensaciones cuando la pantalla se funde en negro. Sencillamente Inolvidable...