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Voto de Paleocinéfago:
4.109
Drama
John Petersen (Viggo Mortensen) vive con su novio Eric (Terry Chen) y la hija adoptiva de ambos en el sur de California. Su padre Willis (Lance Henriksen) un granjero tradicional y conservador de 80 años, decide viajar a Los Ángeles y quedarse en casa de John mientras busca el lugar idóneo para jubilarse. Una vez todo juntos, dos mundos muy diferentes colisionan. Willis muestra señas de estar perdiendo la cordura, y su peculiar forma de ... [+]
3 de octubre de 2020
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Falling (Viggo Mortensen, 2020)
Dirigida, escrita, producida, interpretada y compuesta por el siempre deslumbrante Viggo Mortensen. En su opera prima nos introduce en un drama de una familia rota por el ecos del pasado. Cinematográficamente, se nota que Mortensen no tiene rodaje, con planos fijos, seguidos de plano-contraplano, dando todo el peso al guion e interpretaciones. Narrativamente, por su lado, busca un reflejo del pasado con un uso de flashbacks bastante acertado.
El intensiómetro dentro del dramatismo suele ser un problema para muchos, ya que cuando sobrepasa un punto, se adentra en el melodrama. La película se encuentra en ese límite con el personaje de Lanse Henriksen, que por su personalidad y enfermedades. Justamente por esto, se forma un contraste muy claro con el personaje de Mortensen que se basa en un estoicismo hermético.
Uno de loa grandes aciertos es el montaje. Ronald Sanders mete no solo los flashbacks, si no insertos y sonidos a nuestros protagonistas; creando unas sinergias realmente fuertes. Estos cortes emocionales hilan muy bien los flashbacks que no interrumpen nunca la narración. Específicamente, para el personaje de Henriksen (Willis), muestra la demencia de forma sobrecogedora al poder ver como se mezclan tiempo, nombres y acontecimientos.
Dirigida, escrita, producida, interpretada y compuesta por el siempre deslumbrante Viggo Mortensen. En su opera prima nos introduce en un drama de una familia rota por el ecos del pasado. Cinematográficamente, se nota que Mortensen no tiene rodaje, con planos fijos, seguidos de plano-contraplano, dando todo el peso al guion e interpretaciones. Narrativamente, por su lado, busca un reflejo del pasado con un uso de flashbacks bastante acertado.
El intensiómetro dentro del dramatismo suele ser un problema para muchos, ya que cuando sobrepasa un punto, se adentra en el melodrama. La película se encuentra en ese límite con el personaje de Lanse Henriksen, que por su personalidad y enfermedades. Justamente por esto, se forma un contraste muy claro con el personaje de Mortensen que se basa en un estoicismo hermético.
Uno de loa grandes aciertos es el montaje. Ronald Sanders mete no solo los flashbacks, si no insertos y sonidos a nuestros protagonistas; creando unas sinergias realmente fuertes. Estos cortes emocionales hilan muy bien los flashbacks que no interrumpen nunca la narración. Específicamente, para el personaje de Henriksen (Willis), muestra la demencia de forma sobrecogedora al poder ver como se mezclan tiempo, nombres y acontecimientos.
