Gracias 2020 por devolvernos de nuevo el cine, EL CINE, con mayúsculas.
Todo puede ocurrir cuando se apagan las luces de la sala y se enciende el proyector.
TENET es cine que nos lleva a otros lugares, que nos muestra “realidades” fantásticas a las que no podemos acceder en nuestra realidad.
La magia del cine.
Algunos heridos por la vida espetan que TENET es “una tomadura de pelo”. Ya me gustaría a mi que todos los días me tomase el pelo la vida como me lo toma NOLAN.
Si me van a tomar el pelo al menos que sea gente guapa y bien vestida.
NOLAN es de los pocos cineastas que arriesgan hoy en día en el cine mainstream. Solo él, FINCHER, ROBERT EGGERS, PAUL THOMAS ANDERSON y pocos más.
NOLAN, que arrancó brillantemente su carrera con MEMENTO, dio bandazos de ciego con películas fallidas como INSOMNIO, EL TRUCO FINAL, revitalizó la saga de BATMAN tomándosela en serio (quizá demasiado. Me encantó BATMAN BEGINS, pero EL CABALLERO OSCURO es una película absolutamente sobrevalorada por pseudo-cinéfilos heteruzos)… Para, encontrar su tono de cineasta con la magnífica y ultra-romántica ORIGEN, que reafirmó el talento de NOLAN en la arriesgadísima INTERESTELLAR. TENET es un lujoso juguete que sigue esa línea de arrojo kamikaze. Espionaje, ciencia-ficción, guapísimos protagonistas elegantemente vestidos, un argumento descabellado en el que no obstante entras. NOLAN te mete en el tablero de juego. Hay un momento que un personaje dice “no trates de entenderlo, siéntelo”.
Una joya.