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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western. Aventuras Rooster Cogburn, un sheriff bebedor y en decadencia (John Wayne), es despojado de su placa por el juez federal Parker (John McIntire), que lo acusa de exceso de celo en la búsqueda y captura de forajidos. Pero, inmediatamente después, el propio Parker le confía una nueva misión: capturar a la banda de Hawk (Richard Jordan), que ha robado nitroglicerina al ejército. Por el camino, Rooster se encuentra con una rígida y adusta misionera ... [+]
18 de noviembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un lugar de Arkansas, 1880. En una de las primeras escenas vemos a un sheriff tuerto y sesentón, Rooster Cogburn (Wayne), que retorna a la ciudad llevando tras de sí una reata de cinco caballos con otros tantos muertos encima. Varios vecinos contemplan la escena y se encogen de hombros con complicidad.
A continuación el juez Parker (McIntire), otro sesentón, abronca a Rooster y le recuerda que "casualmente" todos bandidos que captura los trae muertos, 64 concretamente en los últimos 8 años. "Son solo 60", le corrige el sheriff con algo de sorna.
Pero Parker no está para bromas y le retira la placa sin contemplaciones: "El Oeste está cambiando y usted no está cambiando con él", "Usted ha ido a menos". Corren nuevos tiempos y hay que cuidar la imagen de la ciudad ante los nuevos inversores que llegan. Como vemos, un juez que sabe adaptarse a los nuevos tiempos.
Lo malo es que la banda del malvado Hawk (Jordan) también se está modernizando y ahora tira de nitroglicerina y de ametralladoras para robar bancos. Por eso, a la hora de la verdad hay que contar como siempre con la persuasión de los viejos métodos de Rooster que recibe de nuevo su placa.
Interesante la reflexión que aquí plantea la cinta sobre el paso de los tiempos y sobre la eficacia de los viejos métodos para reprimir el crimen.
Pero esto solo es una pequeña parte de la trama. El verdadero meollo se encuentra en la relación que se va a establecer enseguida entre el viejo sheriff con una no mucho más joven maestra misionera, Eula Goodnight (Hepburn), "Una aporreadora de la Biblia". Dos mundos antagónicos, "El rifle y la Biblia", como muy bien refleja el titulo de la versión hispana de la película.
Asistimos a partir de ese momento a una extraordinaria interpretación de dos grandes actores que siguen bastante de cerca aquella genial "Reina de África", con Wayne sustituyendo a su manera a Bogart y Hepburn "reinando" en ambos casos. Como reconocen las críticas de los colegas, hay evidentes similitudes entre ambas obras. Ojo, nótese que no usamos el manido tópico "duelo interpretativo", pues no hay tanto enfrentamiento como complementariedad en las actuaciones de los dos genios de la pantalla.
Diálogos chispeantes, latinajos y citas bíblicas lanzadas como proyectiles. Rooster en su papel, bronco, adusto, rudo, bebedor, pero también de transparente sinceridad. Eula, maestra llegada de Boston, intelectual, religiosa, sin dejar de ser una mujer práctica que sabe defenderse bien con un rifle en la mano. Dos poderosas personalidades frente a frente que pronto entienden su complementariedad, que comparten muchas más cosas de lo que parece. Es el momento en el que surge la delicadeza y la ternura, casi diríamos que el amor. Sí, el amor, ¿por qué no?
Y eso que las frases de uno y otra restallan como disparos: "Vaya usted a hacer punto o a arreglarse las uñas o lo que hagan las mujeres", "Si algún día les dan el derecho al voto, que Dios nos ayude".
No se arredra la misionera que ahonda sobre todo en el vicio y en los peligros de la bebida: "El alcohol en un estómago vacío ha matado a más hombres que las balas", "Un hombre borracho es medio hombre". Sin olvidarse de la necesaria higiene: "La abstinencia y la limpieza acercan a los hombres a la santidad".
Buen guion que sin embargo tiene dos agujeros negros como dos balazos. ¿Qué pinta la nitroglicerina para robar un banco que luego nunca aparece?, con lo fácil que es abrir una caja fuerte con un colt sobre la sien del cajero o del director del banco. Después de participar en el robo y en el asesinato de la escolta de la nitroglicerina, el malvado Breed (Zerbe) sin venir a cuento perdona la vida de Rooster poniendo la suya en peligro ante Hawk.
Correcta realización, buen ritmo que alterna los enfrentamientos dialécticos con los tiroteos, acción continua, trepidante. Discretos toques cómicos dan sal a la trama. Los dos personajes centrales están muy bien definidos, también los de reparto, tal vez el joven indio Wolf (Romancito) queda un poco desdibujado.
Técnicamente la cinta es impecable. Rodada casi siempre en exteriores que muestran bellísimos paisajes de los parques naturales de Montana. Excelente también la fotografía y la ambientación.
Resumiendo, una buena película que recomendamos a todos. Por los diálogos, por ver a dos viejas glorias que mantienen el tipo, por la evocación de un clásico como "La Reina de África", por los paisajes ... ¡Vaya, que seguro pasan un rato distraído!
Lafuente Estefanía
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