Gran adaptación del cuento de Kipling que ofrece una bellísima cinta de aventuras por territorios exóticos, lejanos, desconocidos.
Muestra también de paso el carácter inglés, con sus virtudes y sus defectos. Con sus fanfarronadas y prepotencia tan características. Cómo fue su colonialismo clasista y racista. Ver la escena del indio con su sandía arrojado del tren violentamente.
Dos desenfadados y divertidos sinvergüenzas que aspiran a reinar en el lejano territorio de Kafiristán, donde solo hasta entonces lo había hecho Alejandro el Grande. El conquistador que llevó a los territorios que dominó, todo el mundo entonces conocido, la llama de la filosofía griega, del pensamiento aristotélico. ¡Menuda diferencia con los ingleses!
Magníficas escenas de combates en unos paisajes increíbles por su belleza.
Estupendas interpretaciones de los dos bribones, Danny Dravot (Connery) y Peachy Carnehan (Caine), con los que acabas confraternizando pese a lo bordes que se ponen a veces.
Aventuras y desventuras, diálogos chispeantes, "¿Son ustedes dioses? -Somos ingleses que es casi lo mismo".
Una gran película de acción continua. Muy recomendable.