Así de extrañada queda la jovencita Jenny (Farr) al recibir los besos nocturnos de Comanche Todd (Widmark). Pero para merecer esta recompensa ambos han debido recorrer un largo camino a través del peligroso Valle de la Muerte en el territorio de Arizona que controlan los indios apaches.
Para empezar Todd, que ha pasado buena parte de su vida entre los indios (de ahí su nombre), sufre una auténtica cacería humana por parte de un sheriff vengativo y racista que lo acusa de la muerte de sus tres hermanos. Luego sabremos que estos previamente habían asesinado a su esposa e hijos.
Cuando lo conduce a la ciudad para ahorcarlo aparece una de esas caravanas que marchan hacia el Oeste con sus ilusiones y con sus prejuicios religiosos y de raza. Encadenado y atado a la rueda de una carreta pasará Todd buena parte del relato, en una imagen que recuerda bastante a Cristo crucificado. Para ser gente tan religiosa nos parece un mensaje muy significativo, lo mejor de la obra en nuestra opinión.
Tras se atacados por los apaches, la caravana quedará reducida a seis inexpertos jóvenes que con Todd consiguen salvarse del encuentro. Es entonces cuando empieza la película en sí, viajando acosados a través de un territorio peligroso. Es entonces cuando empezamos a apreciar la evolución mental que experimentan estos muchachos y muchachas. El viaje es lo que importa, superar las pruebas, madurar como personas. Poco a poco irán venciendo sus prejuicios de orgullo y de raza.
Otra cosa es el guión que nos parece de lo más flojo con escenas muy poco creíbles. Lo mismo que los diálogos, en general bastante pobres. Magistral Widmark, a su lado el resto del elenco queda muy empequeñecido. El juicio a Todd ya en el fuerte, que hacía pensar en el ojo por ojo que advertía el título de la obra, resulta una parodia bastante ridícula. Se salva un poco por los magníficos paisajes fordianos que ambientan muy bien la trama, muy bien acompañada musicalmente.
A destacar la escena de la mordedura de la serpiente venenosa a la atildada Valenta, salvada in extremis por Todd que consigue calmar sus nervios e inmovilizarla para que la ponzoña no le "llegue al corazón". Luego abre una herida donde le ha clavado los colmillos para extraerle rápidamente la sangre, le pone un torniquete y a esperar el desenlace entre la fiebre y los escalofríos.
Todo ello hace que nos encontremos ante una cinta interesante de la que pensamos se podía haber sacado mucho más partido cinematográfico.