Mucho contratar detectives de la famosa Agencia Pinkerton, pero al final los grandes sabuesos, como reconocemos en el título de la reseña, confían más en los presentimientos que en los mismos hechos.
La cinta va de una banda de ladrones de ganados y de trenes que atemoriza Rock Springs y todo el condado del río Power. Son los Indomables que actúan bajo la dirección de Butch Cassidy y Sundance Kid, pero con una importante participación en el negocio de una magnífica Kit Banion (Stanwyck). Frente a ellos saldrán a escena unos discretos Jeff Younger (Sullivan) y Lucy Lee ( (Murphy), en una historia bastante convencional de asaltos, carreras de caballos y amoríos.
El guión, la fotografía y la interpretación resultan bastante correctos, destacando sobre todo la belleza de los paisajes que permiten contemplar una de las escenas ferroviarias más bonitas que hemos visto en los westerns. Solo por esto, por la presencia de Stanwick y por la carrera que se pegan los burlados guardias por las vías del tren del que han sido apeados, merece la pena ver la película. Sin contar las bellas baladas que ambientan el comienzo, la conclusión y alguna de las varias cabalgadas de la Stanwick por aquellas montañas.
Una pena que no nos expliquen porqué "la banda de los Indomables la dirigen irlandeses, pero los de sangre hispana son las ovejas negras". Tal vez se aclare mejor en la novela de Zane Grey de donde se extrae en argumento de la cinta.