El río Grande separa dos mundos. Bien lo sabe Blue (Stamp), cuyos padres fueron asesinados poco después de instalarse en México quedando ahijado de Ortega (Montalbán), un pistolero mujeriego y violento, "Tengo muchos hijos y muchos hijos necesitan muchas madres".
Todo cambiará cuando repase la frontera y se establezca pacíficamente con una nueva familia en el Norte.
Dos mundos que nada tienen que ver a una y otra orilla que obligan a moverse entre dos aguas.
Historia original con un digno guion y una dirección un tanto lenta. Ñoña a ratos. Buenos personajes.
Banda sonora con bastante guitarreo que recuerda a veces la música de Joaquín Rodrigo. Alguna escena interesante como la lectura femenina mientras cosen, la baraja española de Heraclio Fournier o las relaciones entre padres y hermanos.
Por fin el pueblo toma conciencia de su destino y empuña las armas con decisión a un y otro lado del río.
Hay drama y hay tensión por conocer el desenlace, pero se le podía haber sacado más partido a la idea inicial.
Los aficionados al western pueden concederle una oportunidad.