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Voto de Lafuente Estefanía:
3
Western. Drama. Romance Montana, finales del siglo XIX. El poderoso ganadero Fergus Hunter hace y deshace a su antojo en el condado. Decidido a comprar las tierras de unos colonos amish pasará de la extorsión al asesinato. Cuando aparece malherido un hombre a la puerta de Rebecca Yoder, cuyo marido murió a manos de Hunter, pese a las reticencias de la comunidad amish, ella decide acogerlo y curar sus heridas. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de la pistola humeante anunciada en el cartel de presentación de la cinta estamos prácticamente ante una telenovela, un telerromance si se permite la expresión. También por su larguísima duración.
La paz de una comunidad de amish que vive de la crianza de ovejas (y que gordas están todas), se ve rota por la intención del malvado Fergus Hunter (Noble) de echarlos de sus tierras con el apoyo, naturalmente, de un sheriff corrupto, "Yo no hago las reglas", arguye a modo de excusa. "No, solo trabaja para el hombre que las creó", le contestan. También por la presencia de un pistolero, Johnny Gault (Daly), que, gravemente herido de bala, es recogido y cuidado por la bella viuda Rebecca Yoder (Watts) y por su hijo Benjo (Curtis).
El resto pueden adivinarlo. Acaso comprobar una vez más la rigidez de las normas de esta iglesia en línea con lo que ya vimos en "Único testigo" de (Weir), película con la que presenta bastantes similitudes.
Excelente ambientación, paisajes, fotografía y demás elementos técnicos. Correcta interpretación aunque con personajes un tanto superficialmente trazados. Pero nada más, es decir un envoltorio brillante que apenas encierra un pequeño caramelo. Da gusto ver a Johnny, un auténtico cachas, abrazado al corderito de Norit que acaba de parir la oveja.
Demasiado extensa y demasiado lenta. Cuando parece que va a acabar con los malos por ahí haciendo de las suyas, ¿se habrá olvidado de ellos? pensamos por un momento, todavía quedaba un buen rato.
De lo mejor la presencia de un buen médico, el Dr. Lucas Henry (D. Carradine), al que no le tiembla el pulso a la hora de recetar láudano en abundancia para mitigar los dolores de sus intervenciones quirúrgicas (amputaciones incluidas), tranquilizantes para las crisis nerviosas, o desinfectantes para las heridas en lugar de aplicar el queroseno de los amish. Todo en una cuidada clínica con las paredes decoradas de láminas anatómicas.
Telefilm que entretiene si no se tiene algo mejor que ver.
Lafuente Estefanía
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