Terminada la guerra civil americana llega el momento de reducir las tribus indias que todavía se alzan en armas contra los colonos que atraviesan sus territorios. Lo de "reducir" es un eufemismo que se puede traducir perfectamente por quitarles las armas, encerrarlos en reservas apartadas y que allá se las compongan.
Entre las tribus más peligrosas se encontraban a la altura de 1871 los kiowas que mandaba Satanta. El mayor Howell Brady (Chandler) llega al fuerte Clark con idea de lanzar contra ellos a los seminolas que hay por la zona y que también padecen sus correrías, frente a la incomprensión y oposición del comandante del acuartelamiento, el coronel Meade (McIntire). El territorio fronterizo es muy peligroso, "el borde del ataúd" lo llaman, y desconfía de la juventud de Brady.
Esta es en esencia la trama de la cinta, complicada en lo militar por la presencia entre los kiowas de un soldado traidor y en lo sentimental por el triángulo que forman con Brady dos atractivas mujeres, la viuda Helen Corbin (O'Hara) y la india Elvis (Ball).
La acción es trepidante y el ritmo muy dinámico, con una correcta ambientación en bonitos exteriores y en la interpretación de los protagonistas (superior O'Hara). Sin embargo notamos en el guion algunas escenas poco verosímiles, sobre todo en los vaivenes y repentinos cambios de opinión de las dos mujeres que no parecen muy justificados que digamos. El análisis de los personajes lo encontramos muy deficiente.
De todas formas se pasa un rato distraído con la película. Pasable.