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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western. Aventuras Tras su huida de los Estados Unidos, el legendario forajido Butch Cassidy y su amigo Sundance Kid murieron en Bolivia en 1908, en un tiroteo. Esto es lo que dice la versión oficial. Esta otra leyenda, en cambio, nos dice que Cassidy sobrevivió y que, después de vivir escondido durante veinte años, lo que deseaba era volver a su país. Sin embargo, cuando conoce a un joven ingeniero español que acaba de robar una mina que pertenece al ... [+]
29 de junio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos destinos para Butch Cassidy (Shepard), ahora como James Blackform en un pequeño rancho perdido en las montañas de Bolivia a la altura de 1927. Atrás quedan veinte años de oscuridad tras perder al inseparable Sundance Kid y ser dado por muerto.
Sin ser del todo nueva la idea es buena. Revivir a uno de los forajidos míticos de western.
El guion es complejo y un tanto irregular aunque, en contra de lo que algunos opinan, consideramos acertadas en general las escenas intercaladas que nos trasladan a 1900 en plenas correrías juveniles a través de seis estados, en 1905 cuando está a punto de echarles el guante en San Juan (Argentina) el correoso detective Mackinley (Rea) de la agencia Pinkerton, la despedida en una pequeña estación boliviana de la embarazada Etta (McElligott) y la famosa acción de San Vicente (Bolivia) cuando la pareja fue dada por muerta en 1908. Caían así "Dos robles nevados".
Ha pasado ya mucho tiempo olvidado de todos y Blackform considera llegado el momento de volver a casa, "Solo hay dos momentos en la vida de un hombre, cuando sale de casa y cuando vuelve. Lo demás es el camino". Etta también ha muerto, de tuberculosis, queda el hijo que tuvo con Sundance al que escribe y quiere conocer.
Retira de su cuenta el dinero ganado con el comercio de caballos sin poder evitar un guiño a su pasado, "No recuerdo que jamás haya sido tan bien recibido en un banco".
Lo demás es el camino de vuelta a casa. Pero entonces entra en escena un ingeniero de minas español, Eduardo Apodaca (Noriega), que tuerce una vez más el destino. ¿Otro Sundance en la vida del viejo Butch? ¿Dos destinos para un mismo hombre?
Merece la pena verlo. Y merece la pena por el guion, por la honestidad de la dirección que muestra un auténtico western en las montañas andinas, con sus desiertos de sal, desfiladeros, ríos y cumbres nevadas, sus cabalgadas y tiroteos. Hasta disfrutamos de los indios y de la Caballería.
Personajes bien trazados, personalidades fuertes. Buenas interpretaciones en general. Noriega un tanto sobreactuado al que tal vez sobre alguna que otra jeremiada. Excelentes los actores de reparto, todos.
Técnicamente de lo mejor que hemos visto en el cine español. Paisajes, fotografía, colorido, ambientación, vestuario, música ... rozan la perfección.
Fallos también los hay. Irregularidad en el ritmo con fases demasiado parsimoniosas. No puede ser que un disparo casi a bocajarro en la zona precordial se resuelva cauterizando con un poco de pólvora quemada, un brazo en cabestrillo y a seguir cabalgando. O conseguir cicatrizar las escoceduras en las nalgas por la prolongada cabalgada frotando simplemente la zona con sal mezclada con ciertas hojas. ¡Aunque sean de coca!
Incluso parece estar de más la célebre referencia labordetiana de "¡Váyase a la mierda, coño! !A la mierda!"
Una excelente película que recomendamos. Un western original que extiende el mito de dos de los forajidos más entrañables de la historia del cine.
"Os hacéis viejos y seguís perdiendo", les advierte la inteligente Etta en su despedida. Pero Butch no está de acuerdo: "He sido libre como el viento. No hay mayor riqueza que esa. También he tenido amigos".
Véanla.
Lafuente Estefanía
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