Muy poco tiene que ver este Roy Earle (Bogart) con el gánster que estamos acostumbrados a verle interpretar.
Sale de la cárcel deseando enderezar su vida, ver crecer la hierba o contemplar las nubes, y a las pocas horas se deja convencer para realizar un nuevo robo por su antiguo jefe, Big Mac (MacBride), ahora enfermo de gravedad en una cama.
El golpe hay que darlo en un hotel de lujo al pie de las monumentales montañas de High Sierra siguiendo precisas instrucciones, "El tocará la música y tu bailarás".
Nostálgico, de camino se acerca a la que fue la granja familiar. Luego conocerá a una pobre familia que, por salvar a una liebre, está a punto de provocar un accidente de carretera cuando conducía una joven paralítica, Velma (Leslie). Atraído por su belleza y por su ingenuidad, conseguirá a través del Dr. Banton (Hull) que operen la deformación que sufre de nacimiento y que consiga la plena movilidad de la pierna.
En el refugio lo esperan sus secuaces. Una banda de bobos con la sofisticada y enigmática Marie (Lupino) y un espabilado perrillo faldero que hace lo que quiere de sus dueños.
Total que el gánster duro entre los duros, "Me acarició una bala", es tierno con la jovencita coja, con el abuelo pobre, con el jefe enfermo, con perrito simpático y hasta con una liebre que se cruza en su camino.
Extraño también es el planteamiento sentimental. Con un enamorado galán entrado en años desdeñado por una jovencita que olvida al instante los favores recibidos y prefiere bailar con atildados pretendientes.
¿Es esto cine negro? Desde luego lo es, pero desarrollado a través de un pésimo guion por mucho que Huston esté en el origen de la historia que se cuenta.
Tampoco consideramos adecuada la realización. Torpe en las escasas escenas de acción, mediocre descripción de los personajes, fuera de Roy y de Marie, sobre todo al ocuparse de los otros gánsteres y desde luego con la patética Vilma. En realidad creemos que sobra por completo todo lo que afecta a esta segunda trama sentimental, es un postizo.
La fotografía sin embargo es preciosa, lo mismo que la ambientación o los duros paisajes de High Sierra donde acabará refugiándose Roy un poco al estilo que décadas después seguirá otro inadaptado, Rambo.
Cinta interesante, sobre todo por lo que supuso en la carrera artística de Bogart más que por el valor cinematográfico de la cinta que es más bien escaso. Recomendable aun con todo.