Comedia de hampones basada en la confusión de apellidos. Nada muy original.
Sí que lo es el tratamiento con golpes inteligentes que resultan divertidos.
El guion es lo de menos, si es que lo hay, la cuestión es ir hilvanando escenas resultonas centradas en tres buenos personajes amantes de la bolera.
El Nota (Bridges) ex hippy que, consecuentemente, pasa por ser de los más vagos de Los Ángeles; Walter (Googman), ex Vietnam que saca la pipa a la mínima discusión; y en medio Donald (Buscemi) cuya personalidad queda anulada por la de sus amigos.
La realización mete y saca otros personajes sin venir mucho a cuento. ¿Qué pinta allí Sam Elliot vestido de su personaje típico? Por lo menos la presencia de Jesús Quintana se refuerza a ritmo de flamenco.
Buena banda sonora y buenas interpretaciones.
La cinta está bien, de acuerdo, pero sin aspavientos. Al fin y al cabo de las tres partes de una narración, planteamiento, nudo y desenlace, este último brilla por su ausencia.
Sota, caballo y rey. Somos unos clásicos.