Agotada por la guerra de la Independencia y por la piratería británica llega el final de la presencia española en México. Es 1821 y se arría la bandera roja y gualda de los mástiles, el pueblo y los señores lo festejan. Diego de la Vega (Hopkins) incluido, "Los españoles se marchan, el Zorro no volverá a cabalgar".
Pero deberá volver a hacerlo veinte años después por mor del malvado Rafael Montero (Wilson), el último gobernador español que, aliado ahora con los grandes propietarios, quiere crear la República independiente de California.
Iluso, no sabe que ya le han echado antes el ojo los yanquis que quieren engullir el territorio como un estado más. La libertad y tal y tal ... como excusa de fondo: "Los españoles os oprimieron, los mexicanos os ignoraron y los señores os engañaron". Y aquí estamos nosotros dirán. A su favor juega el nuevo Zorro que encarna Alejandro Murrieta (Banderas), "Si el discípulo está listo, no faltará maestro", aliado con la bella Elena (Zeta-Jones) y con el poderoso caballo de raza española Tornado.
Pues bien, ante tanta información sesgada y falsa conviene recordar que al poco de la llegada de los españoles se crearon las primeras universidades en el Nuevo Mundo. La primera en México en 1551 con cátedras de medicina y matemáticas en 1579 y 1646. Más de una veintena de universidades había en la América hispana al comenzar el siglo XIX.
Notable fue el nivel cultural mexicano en todo el siglo XVI, allí se abrió la primera imprenta en 1535 y en 1579 había ya tres más. Exento de todo pago de derechos llegaban los libros sometidos siempre a una censura bastante liberal.
Bajo el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII se produjo una profunda renovación intelectual con la creación de la Escuela de Minas de México y otros centros similares en las grandes ciudades, que disponían ya de sociedades y de revistas científicas. Ahí está Martín de Sessé llegado desde Huesca a México en 1787 para fundar un jardín y una cátedra de botánica, donde explicaba la clasificación de Linneo sin olvidar el saber de los viejos aztecas. Acompañado del mexicano Mociño recorrió más de 3.000 km. estudiando la flora del país.
¿Qué sucedía mientras tanto en las demás colonias? Ni portugueses, ni franceses, ni británicos mostraron gran interés en fomentar el saber entre los naturales, aunque en favor de estos últimos hay que reconocer el interés de sus primeros colonos por estudiar la fauna y la flora americana, solo que siglo y pico después de nuestros grandes cronistas de indias.
Conviene puntualizar estos extremos ante el tufo americanista, antimexicano y antiespañol que desprende toda la leyenda zorruna.
Independientemente de todo ello, "La máscara del Zorro" es una cinta distraída, de acción continua, con un guion bien trabajado y dirigido con firmeza. Excelente ambientación con un vestuario de lujo. Lo mismo la música con sus aires hispanos, la fotografía, los paisajes, etc. Notable el elenco y la interpretación de todos, en especial de Hopkins.
En resumen, a pesar del sesgo antiespañol y antimexicano que destilan todas las cintas americanas que tratan de los territorios de Texas, California o Nuevo México en esa época, estamos ante una buena película que recomendamos. Eso sí, después de informarnos y de conocer previamente la importancia de la labor española en América durante la etapa colonial.