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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western Un sheriff abandona su puesto para perseguir a un joven mexicano acusado de violar a una pequeña de doce años. Es un joven rápido con el cuchillo, y difícil de capturar, por lo que su persecución es larga y complicada. (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2021
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Resulta extraño que el mismo año (1966) que se estrenara este "Halcón y la presa" (Sollima) lo hiciera también "El bueno, el feo y el malo" (Leone). Son numerosos los elementos comunes que encontramos en las dos cintas.
La de Sollima centra la atención ya desde el título en dos únicos protagonistas, el Halcón, Jonathan Corbett (Cleef) y la Presa, Cuchillo Sánchez (Milian), que guardan un cierto paralelismo con el Hombre sin nombre (Eastwodd) y muy notable con el entrañable Tuco (Wallach). Aquí el "malo" se descarta aunque aprovechando el actor que asume otro rol diferente.
La similitud entre Tuco y Cuchillo trasciende la exagerada suciedad de ambos para alcanzar a los diálogos con reacciones y frases casi idénticas. Como por ejemplo la célebre "El mundo se divide en dos tipos de personas, los que están al final de una cuerda y los que disparan" (Leone poco más o menos), aquí adaptada a "El mundo se divide en dos partes, los que huyen y los que persiguen".
Las dos obras tienen cierta extensión y abordan situaciones en ambientes muy diferentes. En la de Sollima la presencia del perseguido entre los mormones, en el rancho "taurino" (sobra por completo), el paso por casi el mismo convento franciscano de Leone, el poblado mexicano donde luce como nunca Fernando Sancho o, finalmente, entre la aristocracia texana y mexicana. Muchos parecidos, y eso sin contar con la música de Morricone o los áridos paisajes "tabernarios".
Como reconocen otras reseñas, "El halcón y la presa" es uno de los mejores westerns mediterráneos tras los de Leone. Técnicamente impecable, ambientaciones, interpretaciones, música, fotografía. De esta última destacamos la escena final cuando cada uno sigue su camino adentrándose ambos en el desierto.
Personajes bien cuajados, ricos en matices, tal vez demasiado recargado Cuchillo. Ingenioso y astuto que sabe salir siempre adelante, como en la escena de la "picadura" de víbora cuyo veneno extrae chupando la sangre primero y luego abriendo una herida con el cuchillo pasado por el fuego para provocar una hemorragia mayor.
No vemos tanto mensaje político como otros críticos pero es igual. Estamos en México donde aun hoy siguen dándose parecidas injusticias sociales. Tampoco parece tan novedosa la presencia del barón austriaco, "Treinta y tres duelos, treinta y tres viudas". Ahí está para demostrarlo toda la saga de El Zorro y otras muchas cintas por el estilo
Concluyendo, una buena película que recomendamos vivamente.
Lafuente Estefanía
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