Dos productos abundantes en Indochina y los dos proceden del látex que rezuman las heridas producidas en el tallo de árboles del género Hevea, caso del caucho, o en las cabezuelas de adormideras del género Papaver en el del opio.
En algún momento el apuesto oficial de la Armada francesa Jean-Baptiste (Pérez) se lo echará en cara a la rica propietaria Eliane (Deneuve). Francia, como en los árboles del caucho, extrae el jugo de la colonia hasta el final para luego abandonarla.
Drama romántico, cuya principal virtud es explicarnos la historia de aquel lejano territorio en el momento de la independencia y la penetración del comunismo chino que precederá a la guerra de Vietnam.
Como drama resulta un tanto romanticón. No es creíble que una mujer que parece un témpano de hielo, Eliane, caiga seducida en un par de escenas por el uniforme de un joven teniente. Vamos, como un cubito de hielo metido en un microondas.
Poderoso personaje el de esta mujer firmemente atada a la colonia, "Yo soy asiática, soy un mango", no una manzana francesa. Soberbia interpretación de la diva.
Como ocurre con muchas cintas que son adaptaciones de novelas, el guion quiere seguir de cerca las páginas del texto haciendo demasiado largo el relato, lento en algunos momentos, necesitando recurrir a la narración en primera persona.
Correcta dirección de actores.
Magnífica ambientación, vestuario, vehículos, sampanes, bosques de Hevea y fumaderos. Especialmente la elección de localizaciones de exteriores que muestra la belleza de aquellos territorios.
Aunque demasiado "literaria", una buena película que recomendamos.