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Voto de Travis Bickle:
6
Comedia. Drama Inès trabaja en una importante consultora alemana establecida en Bucarest. Su estresante vida está perfectamente organizada hasta que su extrovertido y bromista padre Winfried llega de improvisto y le pregunta ”¿eres feliz?”. Tras su incapacidad para responder, sufre un profundo cambio. Ese padre que a veces estorba y que la avergüenza un poco le va a ayudar a dar nuevamente sentido a su vida gracias a un personaje imaginario: el ... [+]
22 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe una delgada línea que separa el rídiculo del humor, el sopor de la emoción, la pedantería de la genialidad. Esta película va dando saltitos sobre esa línea.

Declaración de principios: para mí el cine tiene primero que entretener, lo que no suma resta, tan importante es lo que cuentas como cómo lo cuentas, y cada vez que voy al cine a ver una peli europea elogiada unánimemente por la crítica, voy temblando, temiendo perder mi tiempo en el típico truño de autor con plano eteeernos en los que no pasa nada y el espectador tiene que interiorizar esa nada, y adivinar el trascendente mensaje del autor, puesto que éste es INCAPAZ de transmitirlo cinematográficamente.

Bueno, pues, Toni Erdmann está en la delgada línea que separa el truño del cine. Así que va a ser una cuestión personal de gustos del espectador y del humor del día…

Sí, para el espectador medio Toni Erdmann es cine europeo “de autor”. No os creáis lo de que es una comedia, el humor es la mayor parte del tiempo entre infantil y grotesco, absurdo y surrealista. Demasiados planos excesivamente largos e innecesarios, demasiadas escenas redundantes, la sensación de cámara en mano, con la imagen moviéndose, el ruido ambiental, la ausencia de banda sonora, la puesta en escena rústica, todo eso me molesta, mucho autor y poco cine.

Y a pesar de todo, me creo la peli. Me creo ese Bucarest y esos ambientes profesionales que describe, me creo ese naufragio de familia de la que habla, y sobre todo me creo a esos dos personajes, a ese padre y a esa hija entrañables y vulnerables y excéntricos. La película tiene la capacidad de pasar en un segundo de situaciones ridículas a momentos de emoción que me han hecho soltar la lagrimita. No se me han hecho largas las dos horas y media.

Así que salgo del cine con sabor agridulce, porque la peli se queda en la delgada línea, y es una pena.
Travis Bickle
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