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España España · Zaragoza
Voto de nmarinba:
5
Drama Sandra dispone sólo de un fin de semana para ir a ver a sus colegas y convencerlos de que renuncien a su paga extraordinaria para que ella pueda conservar su trabajo. Su marido la acompaña para apoyarla. (FILMAFFINITY)
24 de octubre de 2014
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si quieres ir a ver buen cine, he aquí una película aclamada por la crítica y el público. La estructura narrativa es perfecta, la puesta en escena excelente, la Cotillard (ya iba siendo hora...) extraordinaria, la realización genial, etc. Pero todo ese talento, todo ese savoir faire, todas las complicaciones que suponen la producción de una película, se ponen aquí al servicio de una historia tonta, de una bajeza moral notable.

Este puede ser un aspecto del llamado realismo del arte del Norte, realismo surgido con el ascenso de la burguesía. En esta película la acción dramática se convierte en un asunto trivial. Aquello que encontramos en la prensa, en los periódicos, en cada momento de la vida cotidiana, con personajes rescatados de la calle, atrapados en sus aburridas vidas, el desempleo, la inseguridad, las alegrías y las penas de cualquier individuo aparece aquí censurado por las buenas costumbres morales y dominado por el buen gusto.

Este descenso de la compasión a la calle tiene sus raíces en la tradición belga impuesta por lo real, los imperativos prosaicos de la realidad frente a todo posible acto de fuga poética. La piedad parasíta toda la película, y esto no es sorprendente, ya que el pensamiento de los Dardenne está impregnado de cristianismo. Tienen como modelo sólido la presencia real apegada al cuerpo místico, la luz se dirige hacia la Transfiguración. La realidad acaba constituyendo la Gloria de un mal gusto moral edificante.

Sin embargo, cómodamente sentado en la sala oscura, el espectador, carente de sentido crítico, se deja llevar por los Dardenne que tienen mucho cuidado de no perturbar nuestra tranquilidad. En lugar de destruir la representación convencional de la naturaleza, se apoyan en el optimismo del mundo burgués y en la creencia de mantener para el espectador el orden existente de la realidad. Realidad que es incompleta, carente de poesía, de misterio, elemento esencial de cualquier obra de arte. Para los Dardenne, un vaso, aunque arma mortal, no es más que un vaso y nada más.

¿Una tercera Palma de Oro para los hermanos? No me habría extrañado.
nmarinba
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