Lo que nos propone Marc Foster aquí es algo así como una versión cinematográfica de la obra "Niebla" de Miguel de Unamuno, salvando las distancias naturalmente.
Es un híbrido entre melodrama y comedia romántica con retazos de ciencia-ficción (o más bien, meta-ficción). Nos plantea una historia inverosímil pero de un modo perfectamente creíble. De tal modo que para cuando el personaje de un comedido Will Ferrell se acaba encontrando con la escritora que lo ha creado, ya estamos enganchados a él y deseamos saber cuál es el siguiente paso, más allá de plantearnos tan extraña premisa metafísica. Cierto es que todo el elenco hace ganar muchos puntos a la película, con personajes ricos en matices y siempre con algo que aportar a la historia.
Claro está, quien esté buscando ver a Ferrell haciendo las cucamonas que le elevaron a los altares de la comedia americana gracias a SATURDAY NIGHT LIVE!, que se vaya buscando otra película. Ésta es para Ferrell lo que EL SHOW DE TRUMAN fue para Jim Carrey: un ejemplo de que los cómicos pueden hacer algo más que morisquetas.
En conjunto, un ejercicio actoral honorable, una trama argumental original y distinta, y una combinación de géneros que funciona confeccionando un todo sencillo pero nada desdeñable.