Estuvo durante muchos años en la estantería de la casa familiar la novela. Nunca tuve la intención de leerla. Creía que era un ataque furibundo a la concepción religiosa y a principios de los noventa los argumentos de este tipo estaban ya por todas partes: no me iba a enseñar nada. Yo andaba con Poe, Wilde y otras ociosidades.

Dicen los que, habiendo leído la novela critican la película, que ésta se queda corta, que no describe a algunos personajes lo suficiente, en fin, que no le hace justicia... Lo de siempre: siempre es mejor el libro, aunque sea para notificar que uno lo ha leído (lo cual es como tener ya de por sí una medalla al mérito). A ver, señores: hablamos de artes diferentes que tienen estructuras y ritmos y objetivos y tiempos distintos. ¿Se compara la calidad de algún cuadro o poema con ciertas músicas que aquellos han inspirados? "La isla de los muertos en lienzo es mejor que en pentagrama." ¿Quién diría esto sabiendo lo que dice?

"Los renglones" recuerda obviamente a "Shutter Island": manicomio, investigación, intriga, ¿buenos?, ¿malos?, giros, mazmorras infernales, métodos psiquiátricos cuestionables, ambiente desolador... Claro que la maestría de Scorsesse no es igualada por nuestro director; pero "Los renglones" es un producto de gran calidad técnica, bien escrito e interpretado: tremendo Eduard Fernández. El guión, aun dando más pistas que su "precedente" americana, no le va a la zaga en tensión e incertidumbre. No hay respiro. Si te pierdes una secuencia te has perdido algo importante. Y esto en una película de dos horas y media es meritorio.

De Oriol, sin proponérmelo, he visto todas; aunque no tiene un estilo del todo afín al mío como espectador (no hablo del género en el que está especializado) sí veo claro que cada película suya es mejor que la anterior. Ésta última tiene una escena especialmente memorable: cuando Bárbara Lennie se desdobla en cuatro personas a la vez en un mismo plano. Es una escena genial y muy acertada para el retrospectivo momento psicológico que disecciona.

Más que recomendable para dejarse llevar en un viaje prácticamente psicotrópico.