Antes de año nuevo me preguntaron por Twitter en que película de terror depositaba mis esperanzas de cara al 2017, y yo, sin ningún tipo de temor, respondí: “Annabelle creation”. Todo eran bocas abiertas y expresiones de duda cada vez que se enteraban de semejante afirmación, y más teniendo en cuenta dos cosas: las potentes cintas del género que se iban a estrenar durante los siguientes trescientos sesenta y cinco días, y el mal precedente. Con el paso del tiempo llegué a la conclusión de que solamente yo tenía fe en dicha cinta, aunque en lo más profundo de mi sabía que más que creer en ella creía en su director, David F. Sandberg. Y al final mi confianza se ha visto recompensada. “Annabelle creation” salda sin demasiadas complicaciones las deudas pendientes de "Annabelle (John R. Leonetti, 2014) al tiempo que mantiene a gran altura el listón del «Warrenverse», establecido por James Wan en un punto muy alto.
“Annabelle creation” es una cinta simple, correcta y eficaz que cumple fácilmente con las expectativas, siempre y cuando esas expectativas sean toparse con una película de terror simple, correcta y eficaz. No vayáis esperando encontrar la mejor cinta de terror del año ni una para ser incluida en un Top-5, ni siquiera esperéis ver algo excesivamente original. Simplemente abrid los brazos para recibir un film de terror tan elemental como eficiente. Más claro, agua. David F. Sandberg sabía lo que hacía, y en que liga jugaba. Y lo más importante, sabía lo que no debía hacer.
“Annabelle creation” surge con la idea de darle un origen a la diabólica muñeca aparecida por primera vez en “Expediente Warren (The conjuring)” (James Wan, 2013), un germen que ademas pudiese enlazar con lo acontecido en “Annabelle”. Y la película eso lo hace a las mil maravillas, al mismo tiempo que planta semillas de cara a la próxima expansión del «Warrenverse». La trama de “Annabelle creation” no ofrece nada que no hayamos visto con anterioridad, eso es cierto, pero es más cierto aún que los elementos de que disponía se han usado infinitamente mejor que en su floja predecesora. En ese sentido el guionista, Gary Dauberman, se ha resarcido. La trama va más al grano sin perder de vista a los personajes y su trazo, los jumpscares funcionan y la puesta en escena más, hay atmósfera... En fin, han aprendido de los errores.
Por no decir que el hecho de ver a Anthony LaPaglia en un papel decente, tras mucho tiempo navegando las aguas del olvido, me ha supuesto otra alegría.
En resumidas cuentas, “Annabelle creation” da lo que tiene que dar y como lo tiene que dar. Simple y llanamente. El cineasta sueco cimenta desde unos jugosos personajes una efectiva y estilosa cinta de terror.