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Voto de Isaac Paskual:
9
Intriga. Terror Una carta que hace sospechar que una joven desaparecida ha sido asesinada lleva al sargento Howie de Scotland Yard hasta Summerisle, una isla en la costa de Inglaterra. Allí el inspector se entera de que hay una especie de culto pagano, y conoce a Lord Summerisle, el líder religioso de la isla... (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Continúo saldando deudas cinéfilas a velocidad de crucero. Hoy me enfrento a "El hombre de mimbre (The wicker man)", film ya de culto considerado como una de las cimas, por no decir la cima, del folk-horror. Enormes eran las expectativas, y para nada se han venido abajo tras el visionado de la película.
"El hombre de mimbre (The wicker man)" resulta tan desconcertante y atrevida como genial. Golpe bajo en toda regla a las convicciones, sobretodo religiosas, a medio camino entre el terror, el thriller, el cine erótico y el musical, en una obra altamente sugestiva y de muy gratificante poso.
Howie es un policía de intachable y férrea fe cristiana que un buen día recibe una carta alertándolo sobre la desaparición de una joven en la isla de Summerisle. Lugar controlado por una comunidad, a modo de secta pagana. Allí se tambalearán los cimientos de Howie mientras ahonda en la desaparición de la muchacha, encaminándose hacia un incierto destino. Así se desarrolla "El hombre de mimbre (The wicker man)", una cinta absolutamente singular que te desarma por completo.
Una de las cosas que más me han seducido de la película es la capacidad, tanto de Robin Hardy como de Anthony Shaffer, el guionista, para perturbar e incomodar sin caer en lo fácil y evidente. Esa virtud me parece tan importante como difícil de lograr. El baile de Britt Ekland con el pobre Howie como ratón de laboratorio, es insuperable. O esas canciones y sus dobles sentidos. Por mucho riesgo que se crea que posee el cine del siglo XXI, no es nada en comparación con obras tan lanzadas como "El hombre de mimbre (The wicker man)".
A la postre la obra de Robin Hardy no se te va de la cabeza. Film de terror que huye del horror de manual, sirviendo de inspiración más de cuarenta y cinco años después a cineastas como Ari Aster, Yorgos Lanthimos o Robert Eggers, los destinados a revolucionar el género huyendo precisamente del género.
Isaac Paskual
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