Seguramente Enrique Gato sea el John Lasseter español, y sí aún no lo es esta muy cerca de serlo. Empezando desde lo más bajo, con cortometrajes, ha conseguido llegar a ser una verdadera referencia dentro de una animación española que va derribando muros poco a poco. “Las aventuras de Tadeo Jones” (2012) fue su gran puesta de largo en el largometraje, lo que a la postre le sirvió para que muchos de los defectos del film fuesen perdonados. Ahora “Atrapa la bandera” es su confirmación y como tal ya no se le pueden perdonar los defectos tan a la ligera.
“Atrapa la bandera” es una película tremendamente ambiciosa, tanto en lo narrativo como en lo argumental como en lo visual, aunque por desgracia esas aspiraciones se van diluyendo como un azucarillo a medida que avanza el metraje, sobretodo en los dos primeros aspectos. El film goza de un punto de partida atractivo y en el que se promete al espectador ahondar tanto en banalidades como en temas serios, un inicio en el que se definen muy bien los personajes y sus problemas. Pero tengo la sensación de que una vez acabado el primer acto esa madurez argumental empieza a ser ocultada debajo de la alfombra del apartado visual. De segundo acto en adelante en “Atrapa la bandera” empieza a haber mucha distancia entre lo adulto y lo infantil, el equilibrio se tambalea, la trama empieza a caer en los topicos fáciles del cine de animación, derivando todo en un desenlace muy manido y absolutamente desechable. Tengo la sensación de que el momento justo en el que la cinta empieza a estropearse narrativamente y argumentalmente es cuando entra en escena el insoportable villano de la función, muy irreal y excesivamente caricaturesco dentro de una historia que pretendía circular cerca de la senda del realismo.
El único aspecto en el que “Atrapa la bandera” no se desinfla es en el apartado visual, se nota que hay un gran esfuerzo por parte del equipo técnico. La cinta es una delicia tanto en los escenarios cerrados como, sobretodo, en los espacios abiertos.
En definitiva, “Atrapa la bandera” es la confirmación de que en lo visual la animación española se acerca mucho al modelo de las mejores animadoras yankees, aunque en el resto de aspectos aun estamos algo rezagados. Al final esta segunda película de Enrique Gato promete más de lo que termina entregando.