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Voto de Isaac Paskual:
6
Comedia. Aventuras Allan Karlsson, un anciano de cien años, vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se escapa de la residencia por una ventana dejando plantados al alcalde y a la prensa local. No está dispuesto a renunciar al placer de vivir y, aunque no sabe dónde ir, se lanza a la aventura. A lo largo de su larga e intensa vida ha tenido experiencias muy singulares: inverosímiles encuentros con personajes como Franco, Stalin o Churchill, amistades ... [+]
15 de febrero de 2017
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“El abuelo que saltó por la ventana y se largó” es una película que me ha recordado, irremediablemente, al cine de Jean-Pierre Jeunet, salvando la distancia del personalísimo estilo visual del director francés. El realizador sueco Felix Herngren arma una fábula de personajes exagerados, tirando casi a la caricatura, metidos hasta el cuello en situaciones rocambolescas y descabelladas con la finalidad de escapar de la opresiva realidad. En ese aspecto la película vive, en su mayor parte, de la confusión y del humor absurdo, y lo hace de forma muy acertada y agradable. La cinta, basada en la novela superventas de Jonas Jonasson, es de esas que te entran por los ojos con pasmosa facilidad.
Aparcando la anterior virtud, he de admitir que “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” podría dividirse perfectamente en dos películas. La primera, que abarcaría todo lo que le sucede a nuestro centenario protagonista en el presente, y una segunda que vendría a ser toda la parte flashbacks rememorando sus orígenes. La que narra lo sucedido desde que se escapa de la residencia es la que contiene las virtudes que destacaba en el párrafo anterior, esa parte es divertidísima y muy estimulante, una autentica oda a la libertad. Pero por desgracia no puedo decir lo mismo de los momentos flashbacks, los cuales en ningún momento me han interesado un ápice. Y no solo eso, sino que es una parte de la historia que lo único que hace es frenar por completo el ritmo de la cinta, haciendo que “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” vaya avanzando mediante una extraña mezcla de acelerones y frenazos que no le beneficia en absoluto.
Mención aparte merece el asunto de Robert Gustafsson, que interpreta al protagonista del film en las dos fases más importantes de su vida, tanto en los tiempos mozos como en los que llega a la centena de años. Y saco esto a relucir porque, además de reconocer el gran trabajo del actor, sería injusto no hablar de los kilos y kilos de maquillaje que ha tenido que llevar encima para representar a su personaje en la última edad. ¿No os ha parecido, por momentos, a Joaquín Reyes en su conocida sección “Celebrities”?... Le queda algo innatural y falso, eso es innegable, pero el esfuerzo hay que reconocérselo tanto al actor como al departamento de maquillaje.
Todo lo anterior convierte a “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” en un film intermitente que marcha a ramalazos. La parte que funciona lo hace a las mil maravillas, pero la que no termina resultando un verdadero engorro. Aunque ello no evita que resulte una película bastante agradable.
Isaac Paskual
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