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Voto de Isaac Paskual:
8
7,3
20.187
Animación. Fantástico. Comedia. Aventuras Después de que todas las mascotas caninas de Megasaki City sean exiliadas a una isla que es un vertedero, un niño de 12 años emprende un viaje para buscar a su perro extraviado. (FILMAFFINITY)
3 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En estos días turbios y confusos que nos ha tocado (mal)vivir pocos son los verdaderos placeres que nos embriagan ya que, de lo contrario, no podríamos llamarlos placeres. Uno de mis mayores gozos, dentro de lo puramente cinematográfico, es sumergirme en los universos de Wes Anderson, y otro es la animación mediante la técnica del stop-motion; así que pueden imaginarse que, cuando ambas cosas colisionan, mi mundo se inunda de un placer al cuadrado. Casi diez años han transcurrido desde que las anteriores dichas se juntaran por vez primera, fue en "Fantastic Mr. Fox" (2009), y ahora Anderson nos trae su segundo acercamiento al mundo de la animación stop-motion para mayor gozo de sus devotos. Ahora solamente espero y deseo que no tenga que transcurrir otra década para que el realizador de Houston cierre una posible trilogía dentro de ese género.
En "Isla de perros" Wes Anderson se lo pone tan fácil a sus aduladores como a sus detractores. Si los trabajos anteriores del cineasta no te engatusaron, este tampoco lo hará, mejor dedica tu tiempo a otra cosa. Pero es que Anderson tampoco creo que pretenda atraer para la causa al ajeno, su única misión es mantener cerca al fiel, y lo consigue sin ningún tipo de problema. En ese aspecto la cinta no tiene trampa ni cartón, honestidad pura y dura.
"Isla de perros" es una delicia visual sin paliativos, carente de fisuras en la técnica y haciendo de bello contenedor para una sencilla historia con ciertas lecturas sociopolíticas para todo el que quiera encontrarlas. No hay más. El film nos presenta un futuro distópico en Megasaki City, urbe en la que todos los perros han sido exiliados por decreto del gobierno a una isla cercana en la que malviven. En esas el hijo del presidente emprende un viaje a dicho lugar para encontrar a su perro. A partir de ahí Wes Anderson se dedica a construir una joya visual de esas que te dejan prendado a la pantalla, como ya es habitual en él, y en la que el diseño de producción y la fotografiá brillan con luz propia. El humor made in Anderson también se mantiene. "Isla de perros" goza durante sus poco más de noventa minutos de duración de un ritmo pausado que puede jugar un poco en contra del producto durante su último tercio, obviamente el film es todo lo opuesto al cine de animación comercial al que estamos acostumbrados, no esperéis un cierre de función alocado y caótico, "Isla de perros" prefiere el sosiego. Y es cierto que esa tranquilidad de la que antes hablaba puede terminar derivando en cierta frialdad en el producto en general, y en los personajes en particular; no negaré que con algo más de calidez en la relación entre, por ejemplo, el niño y el perro callejero, la película hubiera despuntado más aún. Pero al final son defectos de fábrica que, como devoto de Anderson, puedo perdonarle con relativa facilidad.
A mí, personalmente, la cultura asiática nunca ha terminado de seducirme del todo, lo que hace que conecte menos con "Isla de perros" de lo que podría haberlo hecho de gozar de otra ambientación, en ese aspecto seguramente conecté más y mejor con "Fantastic Mr. Fox". Pero aun así el disfrute ha sido el mismo, una cosa no puede quitar la otra.
Isaac Paskual
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