Peter Berg recupera en “Marea negra” la mejor tradición del subgénero de catástrofes a pequeña escala, un tipo de cine en evidente peligro de extinción, y lo hace con una notable cinta que es un padecimiento constante, en el mal buen sentido. Noventa minutos de puro sufrimiento, dientes apretados y manos estrujando el reposabrazos.
En su anterior trabajo, “El único superviviente” (2013), Peter Berg ya abordó ese heroísmo yankee que tanto gusta en Hollywood, solo que lo hizo desde el vigoroso punto de vista del ejército americano. Ahora en “Marea negra” vuelve a abordar esa valentía pero desde el punto de vista de enfrente, el del civil. Mike Williams, trabajador de la Deepwater Horizon, una plataforma de la BP que se encarga de perforar para extraer petroleo, esta a punto de vivir una de las más graves catástrofes medioambientales provocadas por el hombre. A partir de aquí se desarrollan dos partes bien diferenciadas aunque igualmente efectivas. Una primera mitad de auténtica y verdadera tensión sostenida, la cual narra los prolegómenos más técnicos previos al accidente, con un práctico y efectivo manejo de la tensión. Sabes que algo se avecina pero no sabes cuando. Y en esa tensa espera estás hasta que se desencadena la bestia y llega una segunda parte de metraje que es pura adrenalina, pero siempre desde la verosimilitud, dejando aparcadas las estridencias del heroísmo gratuito de spot televisivo. Al final ambas partes se compenetran para sacar a relucir un todo muy compacto, agradecido y, si me apuras, bastante por encima de lo esperado. Cabe destacar la crudeza que imprime Peter Berg al producto, algo que se agradece. Seguramente la parte puramente emotiva funcione menos, peto que le vamos a hacer, todo no se puede tener.
Actoralmente “Marea negra” también brilla. El subgénero de catástrofes casi siempre solía vivir de un héroe súper conocido y un grupo de secundarios que no le hiciesen mucha sombra. Aquí Peter Berg arma un triángulo protagonista de peso con Mark Wahlberg, Kurt Russell y John Malkovich, todos ellos muy sólidos en sus arquetipos de personaje. Por ahí anda también Kate Hudson, cierto que en la parte que menos funciona del film, pero anda. Y tenemos a Dylan O´Brien y Gina Rodriguez para enganchar al público más joven. Cada engranaje en su sitio y funcionando, no como en la Deepwater Horizon.
En definitiva, “Marea negra” me ha atrapado por completo. El binomio Wahlberg & Berg sigue en plena forma.