¡Buf! Ni idea de por dónde narices empezar a trinchar este pavo.
Peter 'Drago' Tiemann, según parece coordinador de especialistas, debuta en la realización de largometrajes con "The stairs". Y para ser fino, o al menos todo lo fino que quizás no sea en los párrafos venideros, recurriré a un dicho de los de toda la vida: Manolete, si no sabes torear, pa'que te metes.
"The stairs" es un, en esencia, survival de mochileros con aroma a creepypasta. Ahora bien, eso aquí está aderezado con un porrón de cosas, afiliadas por regla general al terror, entre las que el pobre de 'Drago' se pierde y no se encuentra. Hay, y no en este orden: cine de monstruos, desconcertante absurdo a lo David Lynch, sci-fi con dimensiones paralelas y todo, terror psicológico… Un popurrí que, siendo un maestro, ya es probable que se vuelva en tu contra, así que imaginen siendo un don nadie. Nada de toda esa rara, rara, rara amalgama se sostiene, ni a nivel dirección ni a nivel guion, ni tiene el más mínimo sentido. Personajes unidimensionales, nulo doble fondo que medio justifique los sinsentidos que suceden en la primera capa, decisiones de realización que van en contra de obra…
No sé. La ambición está bien, o eso dicen. Pero medirla tampoco está mal. Creo yo.