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Voto de Isaac Paskual:
3
Aventuras. Drama Pompeya, año 79 d.C. Milo (Kit Harington), un esclavo convertido en gladiador, ve cómo a su amor, la joven Cassia (Emily Browning), la obligan a prometerse con Corvus (Kiefer Sutherland), un corrupto senador. Cuando el Vesubio entra en erupción amenazando con destruirlo todo, Milo intentará salvarla... mientras todo se derrumba. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habiéndome visto, como lo he hecho, la mayor parte de la filmografía de Paul W.S. Anderson, puedo decir sin miedo a errar que "Pompeya" es, muy de lejos, su película más floja. El elemento que une toda su filmografía es la fantasía, y por desgracia en esta cinta brilla por su ausencia. Quizás ese sea el problema de base, que su realizador navega en terreno desconocido.
"Pompeya" es la tipica historia de romanos que hemos visto en el cine un millón de veces, como poco. El que no se la sepa de memoria, es que ha visto pocas cintas de este tipo. Un niño que ve como matan a sus padres, en este caso incluye la variante de ver como masacran a su pueblo, luego crece y es esclavizado. Cuando es mayor se enamora, curiosamente de la chica que se va a casar con el senador romano de turno, que a su vez es quien mato a los padres del protagonista. Vamos, el culebrón venezolano está empaquetado y listo para enviar. Esto es "Pompeta"; y ahora díganme, ¿les parece original?... Yo les responderé, ¡no! Afortunadamente, a la hora de metraje entra en escena un invitado con el que contábamos, y que altera ligeramente los actos, la erupción del Vesubio. Y digo que los altera ligeramente porque, ni siquiera el Vesubio es capaz de evitar la lucha fratricida entre nuestro protagonista y su enemigo romano. Todo lo anterior solo sirve para demostrar que, argumentalmente hablando, "Pompeya" es paupérrima.
Visualmente, la cinta tampoco es el paradigma de la excelencia. La parte en la que mejor podían lucirse es en la de la erupción y, honestamente, en ningún momento los cromas no parecen cromas. De hecho, si la conocida película de Roland Emmerich, "2012", fuese una serie de televisión, "Pompeya" seria su tipico episodio de transición.
Otra cosa que me ha dejado de piedra del film es su protagonista femenina, Emily Browning. ¿Es la misma que aparecía en "Sucker punch" (Zack Snyder, 2011)?... Y si lo es, ¿de dónde ha sacado esos pómulos tan exagerados?, ¿y esos labios tan inflados?... En fin, supongo que es tan artificial como la película que protagoniza.
En resumidas cuentas, poco más puedo decir de "Pompeya". Si me preguntáis que es lo mejor del film, tendría ser horriblemente machista y decir que el escote que luce Jessica Lucas en la parte final del film; aunque sé que a vosotras os gustarán más los músculos de Kit Harington. Con harto dolor, poco más puedo destacar.
Isaac Paskual
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