“Una bala en la recámara” es la segunda colaboración entre en director William Kaufman y el actor ganador de un Oscar Cuba Gooding Jr. La cinta puedo calificarla como un remake encubierto y descarado de “Juego de asesinos” (Ernie Barbarash, 2011), que a su vez era un remake encubierto y descarado de... ¡Bueno, casi como que paro ahí!
“Una bala en la recámara” es de esas películas de acción de serie B que en cuanto empiezan sabes, como se van a desarrollar y como van a finalizar, con lo cual bien es cierto que lo más sencillo seria apagar la tele e irse, pero entonces no serias un verdadero amante de la serie B. Y si no eres un verdadero aficionado a este subgénero, ¿que demonios haces viendo “Una bala en la recámara”?...
A la postre solo le he encontrado dos cosas positivas al film; al margen de que, a pesar de lo previsible que es, no resulta tan aburrido como imaginas, algo que ya me parece todo un logro. En primer lugar hay que destacar la presencia de la actriz española Claudia Bassols como elemento femenino del la trama. Y en segundo lugar tengo que revindicar a Dolph Lundgren como el héroe de acción de serie B más sólido y carismático de los últimos años. En “Una bala en la recámara” necesita una mísera escena para quitarle, sin muchos impedimentos, el cartel de protagonista a Cuba Gooding Jr. Si eres fiel a la serie B te recomiendo que sigas bien de cerca la filmografia del bueno de Lundgren porque es, de lejos, donde habitan las cintas de este subgénero más recomendables.
Poco más puedo decir de “Una bala en la recámara”, film de acción tan fácil de visionar como de enviar a la papelera de reciclaje de nuestra mente.