El cine de animación en stop-motion, ya sea con muñecos de plastilina o con otro tipo de figuras, es una de mis mayores debilidades. Así que podrán imaginarse que únicamente puedo hablar maravillas de “La oveja Shaun, la película”, y no solo ya por el hecho de ser un film de animación en la técnica anteriormente citada, sino porque además la cinta conlleva otra serie de complicaciones añadidas que la convierten en una joya mas del estudio Aardman.
“La oveja Shaun, la película” es la versión cinematográfica de la serie de animación britanica homónima creada por Nick Park y estrenada en 2007. Antes hablaba de una serie de complicaciones añadidas que conllevaba la película, por si no fuera suficientemente difícil la animación en stop-motion. Una de esas complejidades es el hecho de que el film prescinde por completo de los diálogos haciendo recaer todo el peso de la comicidad en el humor visual. Lo que en un principio parece una complicación añadida e incluso un lastre, al final termina erigiéndose en una magnifica virtud y en una estupenda seña de identidad que además rinde homenaje al material original. En “La oveja Shaun, la película” la comicidad cimentada en el humor visual funciona a las mil maravillas, hay gags absolutamente deliciosos como el del restaurante, y luego hay pequeñas perlas diseminadas a lo largo de toda la cinta que no dejaran indiferente a nadie.
En el aspecto visual “La oveja Shaun, la película” es una verdadera piedra preciosa. En ese sentido mi condición de amante del stop-motion hará que muchos cojáis con pinzas mi ultimo alago, creeréis que hace mucho que figuro en nómina de Aardman, pero es que el que no sea capaz de arrodillarse ante esta cinta es que es de piedra.
En definitiva, “La oveja Shaun, la película” es una cinta que ojalá hubiese sido tan fácil de hacer como lo es de ver, una preciosidad que no se despega de la retina ni con lejía. Lo bueno, si breve, dos veces bueno; por eso supongo que Aardman solo nos entrega sus joyas cada bastantes años. ¡Seguid así!