Leí la sinopsis del film "La segunda muerte" y pensé, ¡Menuda paranoia! He terminado de ver la película y me reafirmo en lo que pensaba, solo que añadiendo un: "¡Si alguien lo ha entendido, que me lo explique!"...
"La segunda muerte" es uno de esos films que confunden intrigar al espectador con entregar un jeroglífico al espectador. La película, lo que es clara y concisa, no es precisamente. Lo hubiera sido si Santiago Fernandez Calvete, su guionista y director, hubiera sido capaz de enlazar dos frases de guion seguidas. Pero como a la hora de la verdad la cinta se conforma con poseer una imagen poderosa, el producto final flojea mucho. "La segunda muerte" parece fruto de mezclar una resaca de campeonato con un consumo abusivo de sustancias alucinógenas. Vamos, un popurrí más peligroso que el de las últimas canciones del verano.
La solución más sencilla, amigo Fernandez Calvete, hubiera sido hacer una película en la que se supiera cuál es la trama principal y cual las secundarias. ¿Lo es la de la policia y los crímenes sin resolver?, o ¿La del niño con extraños poderes?, o ¿Las apariciones de la Virgen María?... En "La segunda muerte" todo parece secundario y nada principal. Todo parece una broma y nada serio.
Mención aparte merece el desenlace del film, que por cierto, no he entendido. Al igual que tampoco sé, ¿Por qué la cinta atiende al título que atiende? En fin, que todo es muy raro. "La segunda muerte" es un film para ver ese fin de semana que estás reunido con tus amigos y hasta las cejas de marihuana. Si no es así, no funciona.