Como aficionado al cine de serie B, con los beneficios y (sobretodo) riesgos que ello conlleva, he de admitir que el dúo formado por el director Ernie Barbarash y el actor Jean-Claude Van Damme me ha entregado dos de las cintas de ese tipo que más me han satisfecho. Tras “Juego de asesinos” (2011) llega “6 Balas”, y tengo la impresión que no será la última colaboración.
“6 Balas” es un film de acción de serie B a la antigua usanza, pero que al mismo tiempo incluye novedosos e inesperados elementos que lo convierten en algo más. La serie B nunca se ha caracterizado por hacer un buen uso de los personajes secundarios. Bueno, ¡qué narices! La mayoría ni siquiera hacen un buen uso del protagonista. “6 Balas” goza de un buen número de personajes que giran entorno al principal, los cuales son aprovechados bastante dignamente. Y dentro de ese aprovechamiento quiero destacar en especial los roles femeninos, fijándome particularmente en el de Anna-Louise Plowman, una femme fatale que deja en ropa interior al que, en teoría, tenía que ser la mano derecha de Van Damme, el marido. Y la escena que refleja a la perfección lo anterior es la del desenlace, en la que esta 'inocente' esposa toma las riendas del asunto pasando por encima del héroe de la película.
Narrativamente “6 Balas” tiene un más que decente equilibrio entre la acción y el thriller, atreviéndose incluso a incluir en el cóctel leves dosis de drama que no terminan resultando demasiado ridículas. El bueno de Van Damme se luce bastante bien, siendo exprimido a las mil maravillas como solo Ernie Barbarash parece saber exprimirlo últimamente.
Seguramente “6 Balas” no pase a la historia del cine, pero es que tampoco lo pretende. Su única intención es la de entregar un actioner de serie B decente de los que apetece volver a ver pasado un tiempo, y lo logra. Espero con ansia la tercera colaboración entre Barbarash y Van Damme.