Un subproducto del infracine cuyo guión no tiene sentido en ningún momento y que se limita a fabricar el ¿desarrollo? del largometraje a base de continuas escenas paródicas de todas las películas del año como Kung fu Panda, Alvin y las ardillas, Indiana Jones y la calavera de cristal, Encantada, Beowulf o High School Musical, con una escena demasiado alargada.

Ni siquiera las tías buenas de turno (Carmen Electra y una poco conocida por entonces Kim Kardashian) remontan lo que es un truño de película en toda regla. Pagar por ella es alimentar las gracias y la cuenta corriente de dos tipos de ganan dinero riéndose del séptimo arte, por lo que animaría a no acudir a ver estos atentados terroristas a la inteligencia.

Incluso viéndola en Internet se te queda la sensación de que has perdido 85 minutos valiosos de tu tiempo. Es mejor dedicarlos a pegarse coscorrones contra la pared que ver esta ¿película?.