Antes de calificar a esta película, hay que tener en cuenta que nos encontramos ante cine amateur. Ello implica escasos recursos, ausencia total de efectos especiales e interpretaciones de personas sin experiencia. ¿Marcianada? Creo que en algunas críticas profesionales ha podido fallar el enfoque y aplicar una perspectiva más acorde con esa propiedad amateur de la película.

La cinta es entretenida, con situaciones disparatadas a las que no hay que encontrarle lógica. Me ha sorprendido para bien, pues la historia es graciosa y además con un elenco de personas en su mayoría jubilados que actúa con la mayor naturalidad pero sin titubeos. Pero también los niños están bien, la protagonista ejerce de líder humilde y se cuenta con la participación de algunos actores profesionales como Enrique Villén o presentadores como Antonio Hidalgo.

También asistimos a típicas expresiones murcianas ("a troche y moche", "que por nadie pase"). Y es que, el que escribe no puede ocultar que es murciano y por ello quizás coja antes más cariño a esta película y le resulten más cercanos algunos diálogos. Pero la fotografía es buena, los recursos son limitados pero suficientes para hacer una historia graciosa y loca por momentos. Con un final buenísimo, por cierto.