Esta obra puede prometer pasar mucho, mucho miedo a aquellos que se crean las historias de extraterrestres y abducciones. El desarrollo de esta cinta mezcla una entrevista real (realizada por un canal de televisión en plan Cuarto Milenio) a una mujer ex psicóloga. Mientras ella cuenta sus historias, asistimos a la escenificación de las mismas por parte de los actores de la película. En medio de todo eso también nos insertan vídeos supuestamente reales con interpretaciones de esas mismas escenas, en relación con las regresiones a las que la psicóloga les sometía para hallar luz en referencia a presuntas abducciones.

Claramente una historia totalmente inventada para sacar pasta, aunque se base en declaraciones reales. Eso sí, si su objetivo era causar miedo durante y después del filme yo creo que lo consiguió. Esas escenas en que la pantalla se divide en la escena supuesta del vídeo y la de la película llegan a convertirse en sobrecogedoras. Simplemente por ese efecto de tensión que logra esta obra merece seis puntos. Y es que cuando una película de terror llega a causar miedo, aunque sea dentro de un falso documental, ¿no es un buen producto?