Pues no pasa de ser una enorme tontería con ínfulas, un guión absurdo y una historia bastante insípida. Aunque…. Quizás sea culpa mía y el cine del señor Lanthimos no sea para mi, eso es todo. No voy a entrar en aspectos artísticos o formales en cuanto a su cinematografía, quizás sea ahí donde residen sus mayores fortalezas. Sin embargo, para gente mortal como yo, cuyas principales aficiones distan mucho de escribir guiones, realizar fotografía artística o rodar pequeños cortos de trasfondo filosófico con su círculo de amistades, esta película puede incluso resultar tediosa en gran parte de su metraje.

Empieza interesante debido a una premisa delirante. Es imposible no llegar a reírse con algunas de sus situaciones o líneas de guión, que están en algún lugar entre el surrealismo y el absurdo, pero una vez la historia avanza se va desinflando y se vuelve previsible, tanto que nos daremos cuenta de cómo va a acabar bastante antes de que lo haga. Y si en una película pasa esto, más cuando presume de ser algo complejo y lleno de simbolismos y que pretende esconder tras metáforas lo que está contando, mal vamos. Por lo que cuando termina y vemos los créditos nos queda la sensación de “menudo armazón de cemento tienen en la cara los que han perpetrado esto” más aún si has ido al cine y has pagado un dineral por ello.

Por todo esto. Es recomendable esta peli? Bueno, no está de más verla para ver de qué pie cojea su autor. Tiene un buen reparto, que aunque se pasan toda la peli con aspecto inexpresivo es lo que exige el guión. Y es asegurado que habrá situaciones en las que te rías. Hay alguna escena que otra emocionalmente fuerte y poco más, la verdad. Hablando con mi acompañante tras verla coincidimos en que la historia podría haber dado mucho más de sí, si nos hubieran explicado más los derroteros del proceso de emparejamiento. Pero…. Nosotros no somos genios del cine, así que, lo que hay es lo que tenemos.