Realmente me sorprende. Me sorprende que la haya podido hacer y no tanto que haya sido prohibida en China. Y la ha podido hacer gracias a todo lo que la propia película denuncia. Esa transformación que vive el país y que ha agudizado las diferencias, generando tensiones en una sociedad que se ha hecho más abierta, más dinámica frente al estatismo de los siglos anteriores. El film es indudable que refleja la crítica y el miedo hacia lo que está sucediendo. Afortunadamente no aparece como nostálgico de lo anterior, mucho peor sin duda.

Y todo ello lo hace de forma a veces demasiado esquemática y lenta, subrayando en exceso, bordeando la caricatura en la primera historia. A pesar de todo, el director logra introducirte en ese ambiente de modernidad y cambio (las infraestructuras, las fábricas, los clubs), y sus efectos sobre esos protagonistas. Acabas sintiendo esas tensiones, la dureza de un mundo terrible (esas grandes infraestructuras) para quien no es capaz de adaptarse y las salidas que adopta cada uno.

Muy interesante.