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Voto de GonzaloyGracias:
9
Drama Historia sobre un conductor de autobús y poeta aficionado sobre las pequeñas cosas llamado Paterson, que vive en Paterson, New Jersey. (FILMAFFINITY)
3 de marzo de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paterson de Jim Jarmusch es otro de esos grandes regalos que hace el cine, –y las otras artes– de vez en cuando. La obra de un director independiente que ha conseguido una obra maestra después de pruebas y experimentos y algunas otras grandes obras en el camino como Dead Men, por ejemplo. Paterson en el apellido de un “autobusero” que vive en la ciudad de Paterson (Nueva Jersey), que es a la vez la ciudad donde vivió y trabajó William Carlos William, el poeta que escribió, a la vez, un libro titulado Paterson, en el que poeta quiere que esté contenido el universo de su pequeña, en tamaño, ciudad. “Cualquier cosa es buena para la poesía” decía William Carlos Williams, y Jim Jarmusch piensa lo mismo y quiere “visualizarlo” en esta delicia de película que pivota sobre cuatro “personajes” principales (más un japonés), y sobre toda una ciudad como universo que los contiene. Asistimos a escenas de la vida de este conductor durante una semana: su trabajo, sus idas y venidas, las conversaciones que escucha en su autobús o mantiene con el encargado de la cochera, el bar donde se toma una cerveza cada tarde con sus parroquianos, unos normales y otros pintorescos… Y la vida con una esposa capaz de transformar la poesía en movimiento, pero con hechos y gestos sencillos: un desayuno, una caricia, un objeto pintado, que no por cotidianos son menos importantes y que tienen un aire misterioso de dulzura… También es importante un perro, aficionado a los buzones y muy celoso de la importancia de la poesía, que es un personaje más y proporciona a la película un tono humorístico y leve. El cuarto personaje es la poesía misma: esos poemas que escribe el poeta Paterson en la ciudad de Paterson y que nos recuerdan -no sé por qué- al Paterson de William Carlos Williams. El japonés es como la coda en un poema. Contribuye a enlazar lo que vemos con películas anteriores de Jarmusch, con el pensamiento zen y con el humor cervantino que impregna todo el film. Cualquier cosa, en efecto, puede ser buena para la poesía... y para la vida. Esta película lo demuestra.
GonzaloyGracias
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