Interesante película, más por el ejercicio de estilo que supone, que por la película en sí, que en cualquier caso, no está nada mal.

El amigo Sodergerh ha sido original en el planteamiento de la película, enmarcando la película en el estilo de cine que se hacía en la misma época, incluso aprovecha fotogramas reales del Berlín destruido.
Ahí, la película es intachable: ambientación muy lograda, estupenda fotografía en blanco y negro y maravillosa música. El reparto, cumple y se ajusta. A mí, Cate Blanchett, me encanta en todo lo que hace siempre.
La verdad es que no entiendo muy bien la intención, creo que esa época de cine, el estilo, está sobrevalorado. En esa época había buenas películas y auténticos truños, como ahora.

El problema es que se nota demasiado que es un experimento, que se quiere impactar, que se persiguen las alabanzas y se olvidan de lo importante: que hay que contar una historia y hay que contarla bien.
Y ahí falla la película: el guión es lioso, los personajes no están bien descritos, te pierdes en nombres, intuyes el lío del asunto pero no lo sigues...

En definitiva, recomendable por lo interesante que supone el invento y porque la película no está mal del todo, pero hasta ahí, sin más.