Durante más de diez años he tenido en un estante la película en DVD. De hecho ni siquiera recuerdo quién me la regaló. No me decidía a verla, pues el título prometía una película truculenta, y ni a mi mujer ni a mí nos seducen ya ese tipo de películas: hemos visto demasiadas y la vida ya es bastante truculenta (Sólo hay que ver los telediarios en esta época de crisis). Tampoco parecía demasiado premiada y aunque no siempre hago caso de los premios, algo predisponen.
Por fin, un día que estaba aburrido, me puse los auriculares para no molestar y me dispuse a verla. Sólo la pausé unos segundos para añadir leña a la estufa. Increíble haber tenido esa joya en un estante sin saberlo. Una de las mejores películas que he visto (y han sido muchísimas). Sólo noté que dura más de 2 horas y media porque se pasó la tarde volando. La recomiendo encarecidamente.