Tenia muchas expectativas de esta película y la verdad es que las cumplio.

No cae para nada en lo superficial, a pesar de lo ambicioso que es, todo lo contrario es profunda, critica, emotiva y lo mejor que tiene una evolución coherente a lo largo de la historia. Cada personaje cumple con su función, con una Margot Robbie que parece que nació para ser Barbie, Ryan Gosling es el Ken con que jugábamos de niñ@s, pero creo que quien se robo mi corazón fue America Ferrera y ese maravilloso discurso, fue ahí donde todo tuvo sentido y cada pieza de la película encajo en mi mente.

No pensé que me iba a gustar tanto. Sinceramente esta película fue mucho más que marketing. Fue de esas veces en que no quería que terminara la función.