Ken Loach ha sido un director que siempre se ha caracterizado por realizar un cine emparentado con la sociedad y sus conflictos y con la problemática política de la que derivan (o es una derivación), siempre desde su perspectiva subjetiva y personal, bastante progresista, dicho sea de paso.

En esta ocasión, nos retrata los comienzos del Ejército Republicano Irlandés (AKA IRA), de la lucha armada de esta zona del mundo, de sus contradicciones y todas sus problemáticas. Con un gran Cillian Murphy que empezaba a demostrar que es un grandísimo actor y Pedraic Delaney liderando un reparto de caras no muy conocidas por estos lares pero muy ajustado, nos relata el enfrentamiento sangriento y fraticida que sucedió en los años treinta y que manchó de sangre a todo lo que quedaba de siglo convirtiendo ese conflicto en uno de los más importantes del siglo pasado.

Una interesante película que recomiendo a todo aquél que tenga la necesidad de enterarse bien de los motivos y consecuencias que tuvieron en el siglo pasado ese conflicto en el corazón de Europa, una forma de entender los orígenes de los nacionalismos y su difícil ajuste en la Europa de entonces y más en la actual y que, por extensión, nos permite entender un poco mejor el siglo pasado, el siglo del progreso y de la segunda revolución industrial y tecnológica, pero también el siglo de la barbarie y de la sinrazón, el siglo de la vergüenza.