Puede parecer una afirmación sorprendente, pero no lo es: es una de las tres mejores (si no la mejor) películas de lo que llevamos de siglo XXI. Hay que perder los complejos y decirlo bien alto y bien claro porque es una verdad como un templo. Hay que verla sin prejuicios.
Para empezar y si no eres muy aficionado a los cómics, olvida todo lo que has aprendido de Batman de manos de Tim Burton y, sobre todo, Joel Schumacher. Esto no tiene nada que ver con lo anterior (loado sea el Señor). Nunca estaremos lo suficientemente agradecidos a Nolan por la resurrección de Batman. Se olvida las marcianadas de Burton y las payasadas de Schumacher y centra la atención en el conflicto del personaje de Bruce Wayne, que es lo que le hace interesante. Así pues tenemos a un protagonista con unas motivaciones y con una psicología complejas. Tras esta novedad que ya se exploró en la anterior, llega el gran hallazgo de Nolan para este film: el Joker.
Para hablar del Joker hay que dejar claro que cualquier semejanza con anterior (interpretado por Jack Nicholson) es mera coincidencia. Aquel daba risa, este da terror, aquel era un payaso, este es un perturbado. Nolan comprende que para hacer una gran película, el antagonista ha de ser más interesante si cabe que el protagonista y que, cuanto mayor sea el reto para el héroe, más valor tendrá. La interpretación de Heath Ledger es sencillamente memorable. No se puede decir nada más sólo que nos dejó con un palmo de narices a los que, como yo, dudábamos que un guaperas como él estuviera a la altura. Nos dejó pegados a la butaca.
El resto del reparto está realmente bien: competentes Michael Caine y Morgan Freeman como siempre, Gary Oldman bordando un papel que parecía hecho para él y Aaron Eckhart sale bien parado de su difícil tarea, pero es que quedan en segundo plano cada vez que sale Ledger, que se come la pantalla el tío y Christian Bale ha dignificado el papel de Wayne, simple comparsa para autores anteriores, cuando él es ek centro
En definitiva, un personaje complejo, un malo perfecto, un argumento que te deja atrapado, unos efectos geniales, algunas escenas que te dejan boquiabierto y un desenlace mayúsculo hacen merecer que esta película sea vista sin complejos. Es una de las grandes películas de lo que llevamos de siglo, sin duda y el film definitivo (esperamos la tercera parte) sobre los súperhéroes. Con Nolan ha llegado la madurez a estos personajes. La madurez y la oscuridad.