Tras los éxitos de la factoría Pixar con sus socios de Disney hicieron que todas las productoras y distribuidoras de cierto renombre se lanzaran como hienas persiguiendo repetir los éxitos de la casa de las ideas. La respuesta de Dreamworks fue las aventuras de un ogro malhumarado y maloliente que resultó ser un éxito de crítica y público.
El éxito se cimentó en la habilidad de los guionistas en usar los tópicos de los cuentos de hadas reconocibles para el gran público y darles la vuelta y en unos fantásticos personajes. En esta segunda parte que obviamente se estrenó al poco tiempo, se repiten las mismas constantes de la primera parte. Un humor inteligente, el poner patas arribas los elementos fundamentales de los cuentos infantiles, unos personajes muy buenos que se compenetran a la perfección y una historia muy entretenida: la princesa Fiona va a llevar a Shrek para que lo conozcan sus padres. Aparte de todo esto hay que añadir el gran descubrimiento de la franquicia: el Gato con Botas que ha tenido su propia película. Este personaje merece atención aparte y eso es gracias a un impagable Antonio Banderas que dobló al gato tanto en inglés como en español. Hay que romper una lanza a favor de Banderas ya de una vez. De un tiempo a esta parte ha sido muy criticado en la prensa española, sobre todo desde el éxito de Bardem. Esto se debe a que los españoles somos de lo más cainita y de lo más envidioso que hay en el mundo; Bardem es un grandísimo actor y Banderas seguramente no lo es tanto pero ha estado nominado a los Globos de Oro ("La máscara del Zorro"), ha triunfado en Broadway ("Nine"), nnominado a los Tony, a los Emmy ("Pancho Villa"), es director, guionista y doblador. Casi nada. Hay que ser un poco más respetuosos.