Si cogemos la estética de películas como "Sin City", le damos el colorido de "Dick Tracy", se le condimenta con elementos de western y del cine de artes marciales y le añadimos un argumento con referencias a "Kill Bill" seguramente que tengamos una película que merezca la pena ser vista. Una pena que eso no sea lo que pasa en esta ocasión. Hay demasiadas cosas en este batiburrillo como para darle a la película un mínimo de interés. aparte de esto, es muy previsible y a la media hora uno ya se imagina lo que va a pasar y, consecuentemente, uno pierde todo el interés.
Aparte de todo esto, hay una odiosa voz en off que no para de molestar y contarte lementos más que obvios y lo único que consigue es acabar con la paciencia del más pintado. En definitiva, elementos del cómic, de pelis del oeste, de kung fu, acción... demasiadas cosas, demasiados palos sin centrarse en ninguno, demasiada dispersión.
Por lo que se refiere al reparto, todos están con el piloto automático puesto: Josh Hartnett, sin ser un buen actor, hay que agradecerle su interés por el riesgo. No lleva una carrera de típico actor guaperas, sino que se involucra en proyectos más arriesgados, aunque aqué haya pinchado en hueso; Woody Harrelson en uno de esos secundarios graciosetes que últimamente tanto le gustan; Ron Perlman caricaturesco y Demi Moore que demuestra que ha invertido en su cara está bien gastado porque está casi igual que en su época de "Ghost", aunque no pueda mover ni un músculo de la cara.