Film convencional que entretiene sin aportar nada nuevo a un género demasiado naive en el que nada nuevo se debe esperar. Hay más chistes de penes que en la media de las comedias familiares y tanto Ferrel como Walhberg cumplen con solvencia en los papeles que desempeñan. El desarrollo de los personajes es aún más previsible que el guión, pero no por ello más cercano a la realidad. En la vida real los "brad" siempre pierde y los "dusty" nunca dan la talla (y aún así se llevan a la chica). Le sobran 15 minutos de metraje.