Tras la magistral Skyfall, Craig y Mendes vuelven para confirmar el rumbo tomado en la anterior entrega y dejar una espectacular y muy digna continuación.

Esta entrega sirve de forma inteligente la manera de unir el entramado de las tres entregas anteriores protagonizadas por Daniel Craig, que en este capítulo se verá definitivamente las caras con el gran jefe de la organización secreta SPECTRE, que ha andado detrás como nexo de unión entre Bond y los villanos de las entregas anteriores.

Un guión aunque quizás sin tanto halo imponente como el de Skyfall y moviéndose en terrenos más cómodos en el género; si que es meritorio su inteligente unión narrativa con los anteriores capítulos, manteniendo el halo atormentado y oscuro de Skyfall y añadiéndole mayor humor y acción clásica, buscando un inteligente enlace entre lo clásico y lo reinventado recientemente en la saga.

Mendes y los guionistas desarrollan a las nuevas incorporaciones; el nuevo M, Q y Moneypenny; los tres brillantes, que buscan paliar la falta de la gran Judi Dench. A esto se añade una muy breve Monica Bellucci (que aunque es una escena importante para el desarrolllo de la historia, la actriz italiana tiene poca incidencia en pantalla) y Léa Seydoux, fantástica chica Bond, con enorme magnetismo y fuerza y que ayudará a Bond en el entramado, además de servir para conocer mucho más el pasado de Bond.

El villano interpretado por Waltz, aunque sin la presencia en pantalla que si tuvo el Silva interpretado por un genial Bardem en Skyfall, es un más que digno villano y le aporta esa elegancia natural que el actor austríaco siempre ofrece; cabe destacar además a Dave Bautista como el forzudo secuaz de Waltz y que nos deja una gran y clásica pelea junto a Bond en el tren; y a Andrew Scott, un ambicioso jóven que busca cambiar la organización del servicio secreto británico.

Aunque al verla es evidente que no llega a las cotas de Skyfall, su dignidad y continuidad con la fórmula, el equilibrio en la dirección de Mendes, un prólogo vibrante y de lo mejor de la saga bondiana en general; además de la acción, la explosión ya de record guiness y el carácter y redimensión que Craig a aportado al personaje en el que puede ser su último filme como el espía británico, la convierten en uno de los blockbusters más vibrantes de los últimos años.

El Crítico Inquilino