Mi mayor pega es que no me creo el personaje de la inspectora Raquel Murillo. No me creo su psicología y me parece absolutamente inverosímil el romance que mantiene con el profesor. Ese romance está muy mal desarrollado.

El del subinspector Ángel es mucho más creíble, pero el accidente que sufre no. Para mostrar ese accidente así, mejor no lo muestres. Esas escenas no resultan nada creíbles, no generan suspense ni miedo y el accidente final parece sacado de un capítulo de El Equipo A.

Otro personaje poco creíble es el director de la fábrica. Demasiados altibajos, demasiados cambios de personalidad.

Hay personajes geniales como el profesor, Tokyo o Berlín. Pero los romances metidos con calzador lo desbaratan todo.

Errores de bulto: durante la visita del subinspector a la sidrería suena el teléfono que utilizaba el profesor para hablar con los atracadores y la policía. En los últimos capítulos descubres que el hangar no está en ese sitio.

Errores de bulto: uno de los puntos clave para los primeros días del atraco era tener retenida a Allison Parker. Sin embargo, en la narración de Tokyo en uno de los capítulos se dice que Allison decidió ese día no ir a sus clases de danza para acudir a la excursión al museo de la fábrica de moneda y timbre. Para ser un plan tan bien hilado, presuponer que Allison cambiará su rutina me parece absurdo.

Errores de bulto: En la escena en la que "Salva" le enseña las postales de las playas a la inspectora Murillo, ésta se da cuenta de que él es el profesor. Va al baño nerviosa, vuelve y le pide que vayan los dos al baño, dónde pasa a "detenerle". Se hace muy difícil de creer que en esa situación recogiera las postales, las guardara en un libro y que en el último capítulo las vuelva a encontrar y resuelva dónde encontrar Sergio.

Errores de bulto: Cuando suena el móvil que había escondido Mónica se produce una pausa demasiado larga que recuerda a las telenovelas. El posible suspense que se quisiera crear se desbarata en esa pausa.